Muchas personas se ponen como objetivo o como propósito el hacer un cambio de imagen porque no se siente a gusto con su imagen o porque se sienten como perdidas.
Se miran al espejo pero no se reconocen o no les gusta lo que ven.
Entonces es cuando muchas de estas personas van de tiendas y compran aquellas prendas que son de tendencia porque piensan que así se verán más actuales o compran prendas que le han visto a alguien y les gusta como le queda a esa otra persona… pero la mayoría de las veces no se acierta con estas compras y llegan sentimientos de frustración.
¿Te pasa esto?
Te voy a dar 3 consejos para evitar esta frustración y encontrar un estilo en el que te sientas cómoda o cómodo.
Primero de todo, CONOCETE:
Aquí tenemos que hacer un trabajo de autoconocimiento, que a veces da un poco de pereza pero es la base de todo.
Define cómo te sientes, cómo te ves, qué es lo que más te gusta de ti, qué quieres potenciar, qué quieres transmitir. Cual es tu día a día, cuales son tus necesidades… y también define cómo te quieres ver, cómo te quieres sentir.
Este paso es muy importante (yo diría que el más importante) y es el que la mayoría de las veces no se hace.
Una vez que tenemos todo este primer punto trabajado, vamos a buscar INSPIRACIÓN.
Buscar inspiración no significa que vamos a copiar los looks que nos gustan de algunas personas.
Buscar inspiración se puede hacer seleccionando una serie de fotos que te gustan por lo que te transmiten. Intentar identificar el por qué te gusta esa imagen es la clave ya que de aquí vamos a sacar más información de qué es lo que queremos.
No es solo quedarse en que te gusta el look o la imagen sino dar un paso más y llegar a reconocer que es lo que nos gusta. Pueden ser los colores, las prendas, la combinación de las prendas y los accesorios, los estampados…
Por último, ENCUENTRA en tu armario esas prendas que te hagan sentir esa sensación que has tenido al ver la imagen que te ha gustado.
No tiene que ser exactamente la misma prenda que has visto en la imagen que te ha gustado pero si que te transmita lo mismo. Pueden ser complementos, prendas de vestir, zapatos, etc..
Cuando tengas esas prendas seleccionadas, intenta montar un look que que te inspire lo mismo que esas imágenes que habías guardado.
Este será el momento de ver qué te falta (si es que te falta algo) para completar tu look.
Y aquí ya podrías ir de tiendas a buscar esas piezas que te faltan. Siempre adaptadas a ti, por supuesto.
Digamos que este es el proceso que seguimos en una asesoría de imagen. Empezamos por conocer a la persona. Es importante saber cómo se siente y cómo quiere sentirse.
Analizamos fotos de ella o de él con diferentes looks. Las que más les gustan y las que menos, para saber cómo se ha sentido en cada ocasión.
Para mí esta primera parte es la más importante, ya que si no trabajas esta parte, la persona puede sentirse disfrazada y su cambio no será sostenible en el tiempo. Digamos que volverá a lo de antes y sentirá que ha perdido el tiempo y el dinero.
Como resumen:
A pesar de que mucha gente dice que no tiene estilo, es falso. Todo el mundo tiene un estilo propio. Lo único que puede pasar es que no te sientas identificado con ese estilo que estás utilizando en ese momento porque no vaya acorde con tus valores o con la forma en la que quieres expresarte o sentirte.
Siguiendo estos 3 pasos llegarás a tu propio estilo con el que te sientas confortable.
¿Qué opinas tú del «no tengo estilo»? ¿Qué es para ti tener estilo?
Nos vemos en el siguiente post 😉
Aquí debajo te dejo el enlace del programa de #Becaris de RNA donde estuvimos hablando del estilo.